worldchangas RADIO 19x4 Star Wars The Force Awakens

Worldchangas Radio Podcast

La guerra de las galaxias recupera el alma. Buen trabajo de JJ Abrahams a la hora de devolver el lustre perdido a la saga galáctica. Solo un guión con un esqueleto mal pulido ensombrece un buen filme. Los primeros quince minutos de este programa han sido dedicados a dar un rápida reseña (sin spoilers) de la nueva entrega de la guerra de las galaxias. En el 77 se estrenó la Guerra de las galaxias, un refrito espacial sobre películas de nazis, romanos, samurais, y un entrañable toque de western alienígena. El éxito fue desmesurado. La película era condenadamente entretenida y logró llevar los efectos especiales a otra dimensión. Del cartón piedra se pasó a un notable realismo como nunca antes se había visto. Esto, y su hilarante guión, con personajes carismáticos, y diálogos chispeantes, colocó a la película de Lucas en el altar del séptimo arte. El fenómeno no paró de crecer y fue pionera en el arte del merchandising, que en este caso cumplió dos funciones: Hacer multimillonarios a los propietarios de la saga, vendiendo millones de muñequitos, novelas, cómics, juegos de rol, etc, y mantener viva la película, incluso cuando no había ningún proyecto de película en marcha. Las dos secuelas asentaron el fenómeno, llevando la saga más allá del bien y el mal. Habían creado una leyenda del fan ficción. El imperio contraataca (Irwing Kershner. 1980), resultó ser un peliculón que sació las necesidades cinéfilas de muchos, y asentó las reglas básicas de la saga: Conceptos como la marcha imperial, el toque culebreen, Yoda y la mitologia Jedi, y una gran sorpresa final, consagraron el trabajo de Lucas, convirtiéndose en un clásico inmediato. El Retorno del Jedi (Richard Marquand. 1983), cerró con sobriedad una trilogía que durante dos décadas fue idolatrada por un inmenso ejercito de fans de todas las edades. Pero con el nuevo siglo llegó una nueva trilogía: La famosa trilogía de precuelas, que se inició en el año 98 con el estreno de La amenaza fantasma. (George Lucas) La película resultó un fiasco. A pesar de contar con mejores efectos especiales, con un guión sencillo aunque bien estructurado, la película no acababa de funcionar. ¿Porque? Hubo varios motivos, pero dos en particular, uno imperdonable. El más grande fue el acartonamiento de los personajes. De unos personajes carismáticos, bien escritos, y adornados con inolvidables diálogos, pasamos a unos nuevos protagonistas sin chispa, sin alma, deshumanizados, mal escritos, y finalmente, mal interpretados por unos actores totalmente desmotivados. La gente cargó contra el personaje de Jar Jar Binks (un personaje de lo más tonto), pero el problema eran todos; los personajes eran el talón de Aquiles de esta película. Solo se puede salvar un poco a Obi Wan Kenobi, el personaje interpretado por el británico Ewan McGregor, hizo un gran esfuerzo por salvar de la quema a uno de los personajes clásicos, haciendo piruetas por dar credibilidad a un personaje tan mal escrito como todos los demás. El otro gran problema de la cinta era un ritmo un tanto irregular. Las dos secuelas consiguientes, El ataque de los clones (2002), y La venganza de los Sith (2006), no consiguieron salvar el desastre. De hecho, el ataque de los clones, es la peor película de toda la saga: Mientras que en la amenaza fantasma había alguna escena interesante (la carrera de vainas, el combate de Darth Maul), aquí hay muy pocas cosas salvables. Remontó un poco con La venganza de los Sith, en la que había algo más de acción, y tocaba todos los puntos claves de la saga. Pero el entumecimiento de todos los personajes volvió a ser capital: Los dos personajes mas importantes, Padme y Anakin Skywalker, hacen una interpretación nefasta, y nuevamente tenemos que salvar de la quema a un Ewan McGregor demasiado solo, atado de pies y manos por un guión insuficiente. George Lucas, que tuvo total libertad durante la segunda trilogía, demostró no tener dotes para guionizar o dirigir. En la primera trilogia estuvo ayudado por muy buenos profesionales en ambos frentes, y eso fue lo que convirtió al primer Star Wars en una leyenda. Su negativa a dejarse ayudar en la segunda, prescindir de guionistas profesionales, abusar de la tecnología, prescindir del rodaje en exteriores, y castigar a los actores con escenas sin espacio para la improvisación, y la ausencia de dirección, convirtieron a esta segunda trilogía en un fracaso artístico de importantes dimensiones. El bueno de George vendió su productora, Lucas Films, a Disney, una empresa del entretenimiento muy interesada en reverdecer el universo star wars para captar a una nueva generación de fans. Le encarga la dirección a JJ Abrahams, conocido fan de la saga, que además hizo un espectacular trabajo con el exitoso reboot de la saga espacial Star trek. Laurence Kasdan, guionista del imperio contraataca, repite en este rol, y junto con el director, firman el guión de "El despertar de la fuerza" La película recupera aquello de lo que adolecieron las precedas: Los personajes vuelven a estar vivos; son activos, divertidos, humanos, carismáticos, simpáticos, los diálogos son buenos, y viven situaciones entretenidas e hilarantes. El ritmo de la película es vibrante, te pega a la butaca, te mantiene entretenido hasta el final. El guión técnico es genial, volvemos a encontrarnos con exteriores reales, y no se abusa de la tecnología para nada. Pero no es una película redonda. Hay fallos, hay conformismo, y falta de originalidad. Es irónico que la película falle en el punto fuerte de George Lucas: La estructura general del guión. Si de algo no podemos acusar a George Lucas es de no ser original: Todas sus películas son nuevas, no se repite salvo que sea necesario, y son fuente de innovación constante. George Lucas nunca se aferró a una fórmula mágica, y solo dio continuidad a lo largo de sus películas a los dos androides que abren la saga. Pequeños spoilers aquí: Y esta película adolece de innovación: La estructura es demasiado parecida a la película del año 77. Empieza en el desierto, con un importante secreto que va oculto en el interior de un droide. Este. por puro azar va a parar a manos de una joven con poco futuro. La llegada del droide altera su poco alentador destino, y ayudada por inesperados aliados, inicia una búsqueda, perseguida, naturalmente, por sus nuevos enemigos. Hay una serie de tribulaciones en la zona del nudo de la película, donde poco a poco, y para su sorpresa, la protagonista descubre que esta destinada a cosas grandes. Algo que aceptará con reticencias. Y finaliza con el tercer asalto a una estrella de la muerte, que finalizará de manera idéntica a las anteriores estrellas de la muerte; y es que alguien debería decirle a los los malos, que esta no parece una buena estrategia para dominar la galaxia. Quitando la falta de originalidad, y alguna que otra laguna del guión (el funcionamiento de la nueva estrella de la muerte se salta el umbral de la credibilidad), la película es extraordinaria. Un entretenimento puro, y digna sucesora de la trilogía anterior. Ahora viene algo muy complicado: Pulir los defectos de esta aventura y asentar la nueva obra con un segundo trabajo que este a la altura, o incluso supere, a esta entretenidísima película.