Muchos de nosotros hemos pasado noches repitiéndonos “una página más” y terminamos leyendo un par de horas adicionales. Podría asegurar que muchos repasamos las descripciones de los personajes una y otra vez para crear nuestra imagen de cada uno de seres y personas de un mundo que solo está en papel y tinta. Con el tiempo nos llegamos a preguntar cómo se verían en una película y los llegamos a comparar con las figuras que imaginamos para llenarnos de alegría o decepcionarnos. Ahora bien, cuando vemos el mundo del cual leímos plasmado en una pantalla sin lugar a dudas nos embarga la emoción, pero ¿qué pasa si no se parece? ¿Qué reacción tenemos cuando es justo lo que esperábamos? Siempre existirán los puristas que buscan ver en el cine cada detalle de lo que está en el libro, pero eso es casi imposible. En el Hobbit un libro dio pie a una trilogía, de la cual aún detalles se quedaron fuera. Por lo que muchas de las películas que nos han presentado que son basadas en libros quedan debiendo de una u otra manera, sin dejarse disfrutar de la adaptación que les presentan. Debemos recordar que lo que se nos presenta en celuloide la gran mayoría de veces es “una adaptación”, lo que significa que la historia ha sido modificada para que sea apta para las salas y ser proyectada con un nivel aceptable de acogida por el público, jamás como una copia fidedigna del contenido del libro original. En nuestro programa de hoy daremos vuelta por nuestras propias concepciones de excelentes adaptaciones, buenos trabajos y pésimos intentos por presentar en cine una obra literaria.…